Qué sabemos y qué se ha descartado a la hora de explicar el apagón eléctrico en la Península Ibérica
- Durante la jornada del pasado 28 de abril de 2025, la península ibérica experimentó un apagón eléctrico sin precedentes que afectó a aproximadamente 60 millones de personas en España y Portugal.
- Un evento inédito que paralizó infraestructuras críticas como hospitales, redes de transporte y comunicaciones, generando un impacto significativo en la vida cotidiana de los ciudadanos.
- A la espera de información oficial sobre qué pudo ocurrir y cuáles fueron sus causas, esto es todo lo que sabemos y entendemos como teorías más pausibles.
El 28 de abril de 2025, la península ibérica experimentó un apagón eléctrico sin precedentes que afectó a millones de personas en España, Portugal y partes del sur de Francia. El corte de suministro eléctrico, que comenzó alrededor de las 12:32 horas, paralizó infraestructuras clave como hospitales, aeropuertos, redes de transporte y sistemas de comunicación. Aunque el suministro comenzó a restablecerse en algunas regiones horas después, la causa exacta del apagón aún está bajo investigación
¿Qué se sabe a ciencia cierta?
Como decíamos, el apagón comenzó a las 12:32 horas, cuando una oscilación muy fuerte en los flujos de potencia provocó la desaparición súbita de 15.000 megavatios (MW) de energía, equivalente al 60% de la demanda eléctrica en ese momento. Una pérdida abrupta que desencadenó un colapso en el sistema eléctrico, desconectando a España del resto de la red europea y provocando una serie de afectaciones entre las que sobresalen:
- Transporte ferroviario: el servicio de alta velocidad se reanudó parcialmente en rutas principales como Madrid-Barcelona y Madrid-Valencia. Sin embargo, otras líneas, como las que conectan con Sevilla y Galicia, continuaron con interrupciones. Cercanías en Madrid operó al 50%, mientras que en Cataluña, Rodalies suspendió completamente su servicio debido a la inestabilidad eléctrica.
- Infraestructuras críticas: hospitales y centros de salud funcionaron con generadores de emergencia. Los aeropuertos y puertos experimentaron retrasos y cancelaciones, aunque el tráfico aéreo y portuario se normalizó posteriormente.
- Comunicaciones: se registraron interrupciones en los servicios de internet y telefonía móvil, afectando la capacidad de comunicación de la población.
Recuperación del suministro
Una serie de vicisitudes que no serían completamente solucionadas hasta las 6:00 de la mañana del día siguiente, cuando Red Eléctrica informó que se había restablecido el 99% del suministro eléctrico en España. Sin embargo, algunas regiones continuaron enfrentando problemas, especialmente en el transporte ferroviario
Primeras teorías sobre las posibles causas del apagón
- Fenómeno atmosférico inusual: el operador de red portugués REN sugirió inicialmente que variaciones de temperatura en España podrían haber provocado oscilaciones en las líneas eléctricas de alta tensión. Sin embargo, esta teoría fue posteriormente descartada por la misma entidad.
- Incendio en el sur de Francia: se consideró la posibilidad de que un incendio entre Perpiñán y Narbona hubiera dañado una línea eléctrica de alta tensión. No obstante, Réseau de Transport d’Électricité (RTE) de Francia negó la existencia de incendios en esa área.
- Ciberataque: el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España investigó la posibilidad de un ciberataque, especialmente tras detectar «gran actividad inusual procedente del Norte de África» días antes del apagón. Sin embargo, no se encontraron evidencias concluyentes que confirmaran esta hipótesis.
Hipótesis en consideración tras las primeras 24 horas
Hasta el momento, las causas más plausibles del apagón masivo en la península ibérica el 28 de abril de 2025, y que aún no han sido descartadas oficialmente, son las siguientes:
Microcortes y desequilibrios en la red eléctrica
Quizás la hipótesis más plausible y que más tracción ha generado durante las últimas horas, han sido las interrupciones breves y repetidas en el suministro, que pueden surgir cuando no se mantiene el equilibrio exacto entre la generación y el consumo eléctrico. Un equilibrio que se expresa a través de la frecuencia de red, que en Europa debe mantenerse cercana a los 50 Hz.
Ante cualquier desajuste —como una desconexión imprevista de una central eléctrica o una planta renovable importante— pueden producirse microcortes o apagones localizados. Estos eventos no requieren necesariamente condiciones meteorológicas adversas y pueden obedecer a fallos técnicos en centrales térmicas, ciclos combinados o infraestructuras renovables.
Sobrecarga local del sistema por alta demanda
En determinadas circunstancias, aunque el sistema eléctrico en España presenta una infraestructura sólida, es posible que se generen sobrecargas puntuales a nivel local. Esto puede ocurrir cuando el consumo en una zona supera la capacidad de las instalaciones locales para gestionar esa demanda, lo que puede derivar en caídas de tensión o cortes automáticos como mecanismo de protección.
Es un fenómeno que suele observarse durante eventos climáticos extremos, aunque no es el caso actual, o cuando hay un uso intensivo y sostenido de la red. Para evitar daños mayores, los sistemas de protección desconectan automáticamente ciertas áreas del suministro, una estrategia conocida como “deslastre de carga” o apagón
Error de operación o fallo técnico interno
Aunque se barajan causas externas, no se ha descartado un fallo técnico en el sistema de gestión de la red, ya sea por sobrecarga, error humano o fallo de protección automática. Este tipo de colapsos en cascada pueden ocurrir si un componente clave falla y no se aísla correctamente.
