España acelera su inversión en centros de datos: un impulso clave para el sector del material eléctrico

11 de junio de 2025 0

España se prepara para vivir una auténtica revolución en su infraestructura digital. Según el informe elaborado por Spain DC junto a Accenture, la demanda de centros de datos en nuestro país crecerá un 90 % hasta 2028, impulsada por tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el 5G, el Internet de las Cosas y el crecimiento exponencial del uso de servicios en la nube. Este auge, además de reforzar el papel de España como nodo estratégico en el ecosistema digital europeo, está generando un efecto arrastre directo sobre sectores industriales clave, entre ellos el del material eléctrico.

La inversión prevista es titánica: entre 2025 y 2030, se estima que los centros de datos atraerán más de 20.000 millones de euros en inversión directa. A esta cifra hay que sumar el impacto indirecto en la economía y el empleo, con miles de puestos de trabajo generados en la construcción, el mantenimiento y la operación de estas infraestructuras altamente tecnificadas. En este contexto, el sector del material eléctrico se posiciona como uno de los grandes beneficiados del fenómeno.

Un ecosistema que exige potencia, estabilidad y eficiencia

Los centros de datos son consumidores intensivos de energía. Sus necesidades en términos de suministro eléctrico son críticas: requieren una alimentación continua, redundante y segura, que garantice un funcionamiento ininterrumpido. Esto implica una demanda creciente de transformadores, sistemas de distribución eléctrica de alta capacidad, cuadros eléctricos, cableado especializado, sistemas UPS y generadores de respaldo.

Además, el compromiso con la sostenibilidad está llevando a que muchas de estas instalaciones adopten soluciones de eficiencia energética avanzadas. Esto abre la puerta a tecnologías de refrigeración líquida, aprovechamiento del calor residual, uso de aire exterior para la climatización o integración de sistemas de monitorización inteligente del consumo eléctrico. Todos estos sistemas suponen una oportunidad directa para los fabricantes y distribuidores de componentes eléctricos, especialmente aquellos que apuestan por la innovación y la eficiencia energética.

Nuevas geografías, nuevas oportunidades

Madrid sigue siendo el principal hub de centros de datos en España, con más del 50 % de la capacidad instalada, pero otras regiones están ganando protagonismo. Aragón y Barcelona están atrayendo nuevos proyectos gracias a sus condiciones climáticas, disponibilidad de suelo y estabilidad energética. Un ejemplo reciente es la inversión anunciada en Cantabria: un macroproyecto de 3.600 millones de euros para la construcción de un campus de 500 MW que generará más de 1.500 empleos directos durante su construcción.

Cada nueva instalación no solo necesita una infraestructura eléctrica de primer nivel, sino también una red de proveedores locales capaces de ofrecer componentes, instalación, mantenimiento y soporte técnico. Este crecimiento territorial representa una expansión natural del mercado para el sector del material eléctrico, especialmente para aquellas empresas con capacidad logística y flexibilidad productiva.

Más allá de la obra civil: la cadena de valor eléctrico como motor de empleo

El auge de los centros de datos no se limita a su construcción. Su operación diaria requiere de una infraestructura eléctrica que debe ser mantenida, monitorizada y actualizada constantemente. Esto implica la necesidad de profesionales cualificados en electricidad industrial, automatización, mantenimiento preventivo y gestión energética. La formación técnica, por tanto, se convierte en una pieza clave para acompañar este desarrollo, generando oportunidades no solo para las empresas proveedoras de material, sino también para los centros de formación profesional y las universidades técnicas.

En definitiva, la expansión de los centros de datos en España no es solo una cuestión tecnológica o digital. Es también un fenómeno industrial, energético y social que puede reforzar el tejido productivo nacional. Para el sector del material eléctrico, se trata de una oportunidad única para reposicionarse como protagonista en la transición hacia una economía digital, eficiente y sostenible.

El reto está servido: quienes sepan adaptarse a las nuevas exigencias tecnológicas y energéticas, estarán en la primera línea del crecimiento industrial del país.

España acelera su inversión en centros de datos: un impulso clave para el sector del material eléctrico
Javier Rodríguez
Javier Rodríguez
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