¿Podría repetirse el apagón de abril? La amenaza latente sobre el sistema eléctrico español
- El apagón de abril fue un recordatorio de que la transición energética, aunque necesaria, requiere equilibrio entre sostenibilidad y seguridad.
- España avanza con fuerza hacia un modelo basado en renovables, pero la estabilidad del sistema dependerá de la integración tecnológica y la inversión en almacenamiento, respaldo y digitalización.
- Cada componente —desde los grandes sistemas de baterías hasta los equipos de respaldo industrial— forma parte de una estrategia común: garantizar que la energía nunca deje de fluir, incluso cuando el sol no brille o el viento no sople.
El pasado 28 de abril de 2025 España vivió una jornada que quedará grabada en la memoria colectiva. A media mañana, sin previo aviso, el suministro eléctrico se interrumpió en todo el territorio y las consecuencias fueron inmediatas: millones de hogares, comercios, hospitales y centros de trabajo quedaron a oscuras durante varias horas. Las comunicaciones se colapsaron. Los cajeros, los semáforos y los sistemas de transporte quedaron fuera de servicio. En cuestión de minutos, un país completamente electrificado sintió su fragilidad.
Lo ocurrido no fue una simple anécdota: fue una advertencia sobre el punto crítico en el que se encuentra el sistema energético nacional. Tras meses de silencio, las alarmas han vuelto a encenderse tras una advertencia del operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE). En su último comunicado, la entidad alertó de que existen variaciones bruscas en la tensión eléctrica que podrían provocar una nueva interrupción masiva del suministro. El riesgo, según REE, no es teórico: es real y podría reproducirse en condiciones similares a las de abril.
El riesgo de un nuevo apagón: la incertidumbre energética de un sistema en transición
Información que ha devuelto la preocupación a la ciudadanía. Si bien es cierto que no existe un método preciso para predecir cuándo podría repetirse un apagón, algunos informes apuntan a un escenario de riesgo creciente. En concreto, el documento ERAA 2024 (European Resource Adequacy Assessment) proyecta que España podría enfrentarse a hasta 4 horas de riesgo de apagón en 2026, cifra que aumentaría a 4,8 horas en 2028 si no se toman medidas para reforzar la red.
Por su parte, Entso-e, la organización que agrupa a los gestores de redes eléctricas europeas, coincide en señalar una mayor vulnerabilidad a partir de 2028, coincidiendo con el cierre programado de los dos reactores de la central nuclear de Almaraz. El primero se apagará a finales de 2027, mientras que el segundo hará lo propio durante 2028; marcando un punto de inflexión para la estabilidad del mix energético nacional.
A estos factores se suman los picos de demanda estival, las olas de calor y el riesgo de incendios forestales ejercen una presión adicional sobre las infraestructuras eléctricas. Además, el aislamiento energético de España, con limitadas interconexiones con Europa, agrava la situación al restringir la posibilidad de importar energía en momentos críticos.
Esta combinación de desafíos evidencia la necesitad de soluciones tecnológicas capaces de responder ante desequilibrios en la red. Aquí es donde las empresas como Socomec, especializadas en gestión de energía de baja tensión, juegan un papel esencial.
La respuesta tecnológica: prevenir el fallo antes de que ocurra
Durante el apagón de abril, la caída súbita de generación de eólica y fotovoltaica provocó un desequilibrio en la frecuencia de la red. Para evitar desconexiones en cascada, es imprescindible contar con sistemas de respaldo y almacenamiento que estabilicen la tensión y mantengan operativas las instalaciones críticas.
Socomec ofrece soluciones específicamente diseñadas para ello. Sus Sistemas de Almacenamiento de Energía en Baterías (BESS) actúan como un colchón energético que almacena electricidad cuando la generación renovable es alta y la libera cuando cae la producción. A su vez, la plataforma SUNSYS HES L IEC, modular y escalable, permite combinar almacenamiento e inversores de alta eficiencia, asegurando una transición fluida entre fuentes energéticas.
Según Óscar Bermúdez, responsable de ingenierías de proyectos en Socomec, estos sistemas son clave para reforzar la resiliencia:
“Estos eventos nos recuerdan la importancia crítica de contar con sistemas de alimentación fiables y soluciones que garanticen la continuidad operativa de instalaciones críticas. En Socomec trabajamos para ofrecer productos y soluciones que aportan seguridad y resiliencia ante situaciones de corte de energía: desde UPS de alta eficiencia y sistemas de energía modular, hasta monitorización inteligente y automatización de redes eléctricas, todo diseñado para minimizar el impacto de un apagón. Nuestro compromiso es que, incluso ante escenarios de interrupción energética, las empresas y organizaciones puedan mantener su actividad sin comprometer la seguridad ni la productividad.«
Además de sus soluciones de almacenamiento, Socomec desarrolla Sistemas de Transferencia Estática (STS) que conmutan automáticamente entre fuentes de alimentación sin interrupciones perceptibles —esenciales en hospitales, centros de datos y entornos industriales—, así como UPS y sistemas de alimentación para cargas críticas, capaces de mantener la operatividad durante un corte de red. Todo ello se complementa con un servicio de mantenimiento preventivo y predictivo, que permite detectar fallos potenciales antes de que afecten al suministro.
Anticiparse para proteger el futuro energético
El futuro eléctrico de España no está exento de riesgos, pero cuenta con herramientas para afrontarlos. La clave será anticiparse, reforzar la infraestructura y mantener una vigilancia constante sobre un sistema que, como quedó claro en abril, puede cambiar en cuestión de segundos.
Reforzar la red eléctrica no solo depende de grandes inversiones estructurales, sino también de tecnologías como las que desarrolla Socomec, que permiten que cada instalación contribuya activamente a la estabilidad y seguridad del conjunto.

